Sensación de tocar fondo

Uno de los primeros días de agosto en el que el Presidente del Banco Central Europeo dio su habitual rueda de prensa tuve una sensación positiva que hacía meses que no tenía en relación con la crisis económica.

 

Draghi dijo que podría emitir moneda de forma condicional, es decir con la condición de que los países con problemas hicieran determinadas políticas exigidas por el Banco Central Europeo. Me pareció un concepto interesante de rescate, ya que los países centrales no tendrían que poner un dinero que no tenían (se hablaba de 500.000 millones de euros necesarios para rescatar a España e Italia) .

 

Este cambio conceptual me dio una sensación buena, la impresión de que esta novedad podría ser la base de confianza que la economía llevaba buscando desde hace años. Hasta ahora siempre se nos había dicho que España no se iba a rescatar sencillamente porque no había dinero para ello. Ahora este concepto recién nacido habría cambiado la situación.

 

Con satisfacción me doy cuenta tras el agosto que los mercados han estado tranquilos durante este mes, al contrario de lo que muchos pronosticaban como un agosto apocalíptico.

 

A la vuelta del verano me encuentro con un artículo de expansión que ordena las ideas de lo que ha sido este agosto y llama "rescate elegante" a esta nueva idea. El artículo se llama Calma pasajera en los mercados, pero sería deseable pensar que es definitiva.

 

Que alegría supondría que este fuese el principio del fin, el suelo con el que hemos soñado durante cinco largos años de crisis.