Parece que por fin avanzamos tímidamente en las reformas estructurales. Los test de estrés han distinguido las entidades financieras que son dignas de crédito internacional de las que no lo son, y la Ley de Cajas posibilita recapitalizar y gestionar privadamente las que tienen problemas. La reforma laboral se negocia tras un decreto ley que deberá ratificar el Parlamento; y la consolidación fiscal parece, aunque injusta, suficiente.
Sin embargo en España seguimos teniendo tres graves problemas:
a) El consumo está muy débil, y va a debilitarse aún más cuando los cuatro millones de parados se vayan quedando sin subsidio de desempleo, en los próximos meses. Además el paro no se va a recuperar hasta 2012, según el propio Gobierno, lo que aparte de ser un drama individual para millones de personas, seguirá debilitando el consumo nacional.
b) Los españoles estamos fuertemente endeudados con los bancos españoles y éstos con los bancos alemanes, lo que resta recursos al sistema, y hace prever una lenta recuperación del consumo nacional.
c) Nuestro entorno europeo está reduciendo gastos públicos (con políticas fiscales restrictivas) y la economía mundial no acaba de despegar, por lo que tampoco podemos esperar que aumenten sustancialmente las exportaciones por el momento.
En este contexto es razonable preguntarse si la economía española tienen posibilidad de colapsar, siendo necesaria la intervención de la Unión Europea para evitar males mayores.
¿Cual puede ser el detonante del colapso?
Los tres problemas antes nombrados afectan directamente al decaimiento del consumo (más concretamente de la demanda agregada), lo que hace preveer que en caso de que la economía española colapse lo haga teniendo como desencadenante un descontrol de los precios, en un principio por que bajen (deflación) como consecuencia de la extrema debilidad de la demanda, pero por otras circunstancias que ahora veremos podrían descontrolarse en su subida (hiperinflación). El motivo de que el descontrol de precios pueda tener reacciones tan opuestas es que para evitar que haya deflación como consecuencia de la falta de crédito, el Banco Central Europeo está prestando a los Bancos en cantidades inmensas, y a pesar de ello los bancos siguen sin dar crédito (se podría decir que porque no se fían ni de su cliente ni del sistema bancario). Pues bien si por cualquier motivo fluyese toda esa liquidez a los particulares, en lugar de ser retenida por los bancos, el mercado se inundaría de dinero, lo que provocaría inflación descontrolarda (hiperinflación).
Esta dualidad entre dos escenarios probables provoca una gran incertidumbre ya que la forma de invertir es opuesta en ambos casos. En un escenario de deflación interesa invertir en dinero metálico, ya que el dinero gana valor con el paso del tiempo, mientras que en un escenario de hiperinflación el dinero pierde valor rápidamente por lo que hay que deshacerse de él e invertir en bienes raices, como la tierra o el oro. Notese que solo en un escenario de inflación moderada se dan las condiciones adecuadas para realizar inversiones productivas.
¿Que políticas pueden reducir el riesgo de colapso?
La mejor forma de evitar en la actualidad el riesgo de colapso es aplicar las políticas estructurales adecuadas. Recientemente España ha llevado a cabo este tipo de políticas, tal como se detalla al principio de este artículo. Sin embargo el enorme retraso en el que ha incurrido el Gobierno en adoptar dichas políticas, y la falta de profundidad en las mismas si las comparamos con la importancia de los problemas que pretenden solucionar, hace dudar de su efectividad para disminuir el riesgo de colapso.
Por su parte la política monetaria está agotada. El Banco Central Europeo, responsable de la misma, en su empeño por evitar una mayor caída del consumo que podría llevar a la deflación, está apostando por seguir inyectando dinero en el sistema y por tanto apuesta por no dejar caer del todo la burbuja inmobiliaria y bursátil, pero el riesgo de esta apuesta es que si no lo consigue, como cada vez parece más probable debido a lo que Keynes llama la trampa de la liquidez, la caída será más profunda y el daño más pronunciado.
¿Esta agotada la política fiscal? En este punto es donde los economistas se encuentran divididos entre los que creen que debe seguirse una poítica expansiva (Keinesianos como el novel Paul Krugman) y los que creen que debe seguirse una política restrictiva (seguidores de la Escuela Austriaca como Juan Ramón Rallo o Ángel Martín Oro). En este sentido el deficit publico de los estados europeos es bastante elevado, y el español no es una escepción. Parece razonable que los estados con una economía más debil deben hacer políticas fiscales restrictivas, como ha hecho España desde que decidió bajar el sueldo a los funcionarios, con lo que evitarán que sus primas de riesgo se disparen. Más polémica es la decisión que ha tomado una economía sólida como la alemana de llevar a cabo la misma política restrictiva. Y es polémica porque Alemania tienen margen para no ser demasiado estricto en su política fiscal y al tiempo no perjudicar su riesgo país, ya que con ello ayudaría a sostener la demanda agregada del conjunto de la Unión Europea y reduciría el riesgo de deflación. Sin embargo la actitud de Alemania ha sido considerada por muchos como insolidaria con los países de la Unión.
Varios autores se han pronunciado recientemente sobre el riesgo de colapso en nuestro país:
Paul Krugman (Premio Novel de Economía y Neokeynesiano): Pronostica paro masivo durante años (en artículo de 4 de julio), por efecto de la deflación, por lo que recomienda la política fiscal expansiva.
Agencia de Calificación FICH publicó el 30 de junio 2010 un informe indicando que "si llegado el caso España tuviera "inevitablemente" que entrar en deflación, a medio plazo la perspectiva fiscal, no sólo de España sino del resto de países "periféricos" de Europa, es más favorable de lo que parecen estimar los mercados."
Juan Ramón Rallo: Estima que la amenaza es la deflación. Pero, a diferencia de Krugmanl, es anti-Keynes y cree que no se debe usar la política monetaria ni fiscal para evitar la deflación (http://revista.libertaddigital.com/inflacion-o-deflacion-1276235794.html), ya que esto solo empeora las cosas de forma que la política expansionista nos lleva en estos momentos a la debilidad de la solvencia de los Estados y la política monetaria expansiva nos puede llevar a medio plazo a la hiperinflación. En libertad digital publica habitualmente artículos con oposición frontal al Novel Krugman. Sus recetas son la austeridad, el ahorro y un ajuste de precios inmediato que nos haga pasar el mal trago rápido. Piensan que el proteccionista New Deal de Roosvelt no fue la solución a la crisis del 29, sino el problema que la alargó durante una década.
The Wall Street Journal explicaba en un artículo publicado en septiembre que ningún pais colapsaría pero que podría ser necesaria la salida del Euro o el rescate Europeo.
J.C.Conesa, como colaborador de la Fundación de Estudios para la Economía aplicada no ve efectos perversos en la deflación.
Mark Faber, Inversor: Estima que habrá hiperinflación “Compre oro y márchese a vivir a una casa en el campo”
Intereconomía: A principios de 2010 preveía estanflación.
Philipp Bagus en Libertadigital: El 21 de mayo prevehía insolvencia de Estados europeos.
¿Cual sería la consecuencia del colapso por descontrol de precios?
Ante una situación de este tipo lo más probable es que la prima de riesgo país se disparase y nos viésemos obligados a pasar la humillación de aceptar la ayuda europea a cambio de ceder soberanía nacional, es decir a cambio de ejecutar la política económica dictada directamente desde Bruselas. Efectivamente para evitar males mayores sobre nuestra economía y sobre el resto de las economías europeas, lo más probable es que la Unión Europea interviniera para rescatarnos utilizando para ello el Fondo de rescate Europeo (dotado en mayo con 750.000 mm € para estos casos) a cambio de obligarnos a hacer la política económica que ella considere necesaria (tal como le ha sucedido a Grecia durante el mayo pasado). Por el momento la prima de riesgo de España respecto a Alemania se encuentra en niveles mejores que en mayo (150 frente a 220), debido a las recientes reformas estructurales acometidas, lo que solo indica que las probabilidades de colapso han disminuido, pero no que hayan desaparecido.
En conclusión se puede decir que, a pesar de las reformas estructurales recientemente adoptadas, que han hecho disminuir la prima de riesgo, la economía española sigue padeciendo problemas graves, y a corto plazo, que siguen manteniendo latente la posibilidad de que la economía española colapse en los próximos meses y requiera del humillante rescate europeo.
Post Datas y actualizaciones
4 de agosto 2010: Un informe de Barclays augura el colapso de la economía española y del Euro por el recrudecimiento de la Griega, ya que advierte de que el PIB de Grecia se desplome "próximamente", por lo que califica de "muy poco probable" que el país heleno pueda evitar el incumplimiento de pago de su deuda externa.
27 de septiembre de 2010: Irlanda a punto de necesitar el rescate.
11 de octubre de 2010: Las cosas empeoran respecto de agosto, ya que entonces la economía mundial, aunque lentamente, estaba creciendo. Ahora acaba de publicar la OCDE que el crecimiento mundial puede haber tocado techo y probablemente cambie de tendencia (ver http://www.elmundo.es/mundodinero/2010/10/11/economia/1286793925.html)
Tras esta noticia tengo la impresión personal de que de las dos alternativas planteadas en este artículo (deflación o hiperinflación), la primera es la que tiene más posibilidades de ocurrir; 4-11-2010: El FMI también corrige a la baja.
12-11-2010: Alemania quiere que los tenedores de deuda del estado pierdan parte de su dinero en caso de insolvencia, lo que ha provocado una nueva crisis de deuda soberana que hace más posible la necesidad de rescate.
21-11-2010: Irlanda finalmente acepta ser rescatada.
23-11-2010: Máximo historico del diferecial del Bono español tras el rescate Irlandes.
23-11-2010 Los diarios generalistas, como El Pais en su editorial, empiezan a hacerse eco de la probabilidad de rescate español, y de la inseguridad del futuro del Euro. La población en general, tras el feliz verano que ha pasado con el espejismo de las reformas, vuelve a ser consciente de la gravedad del problema.
24-11-2010. The economist cree que Zapatero es la clave para salvar al Euro.