Antes de ayer viernes, tras el cierre del IBEX, publicó el Banco Central Europeo los test de estrés, que suponen para muchos analistas un punto crucial en la salida de la crisis, ya que pueden despejar las dudas sobre la solvencia del sistema financiero. Muchos lo han criticado tachándolo de operación de maquillaje, aunque la mayoría ha apreciado su importancia como operación de transparencia en un momento de dudas sobre el sector financiero.
Parece ser que estos test serán buenos para la economía solo en el caso de que los mercados se los crean, es decir en caso de el escenario pintado como extremo sea verdaderamente extremo, verdaderamente difícil de que pueda llegar a ocurrir. En caso contrario se entendería que las necesidades financieras de bancos y cajas son mayores de los que se ha dicho, lo que arrojaría aun más desconfianza sobre la salud del sistema financiero. Por ello si esta semana que entra suben los mercados (bolsas y euro) los test habrán sido beneficiosos para la economía, si bajan habrán sido perjudiciales (ver artículo de Luis Garicano El 23-J debe generar un shock positivo de credibilidad).
Independientemente de esta interpretación en la que los analistas parecen estar de acuerdo, entiendo que estos test van a servir para orientarnos de una vez por todas sobre cual es el precio mínimo que pueden llegar a alcanzar los inmuebles. En este sentido entiendo que si el mercado sube el lunes nos indicará que los inversores apuestan por que es poco probable que el precio de la vivienda terminada baje mucho más del 28% sobre su máximo de 2007, el de la vivienda en curso del 50%, y el de los terrenos del 61%, que es el escenario más adverso pintado por el Banco de España en los test de estres. Dicho en otras palabras si la bolsa sube es porque los test de estrés son creíbles y el sistema financiero no necesitará nuevas inyecciones de capital, esto indicará que los inversores creen difícil que se produzca una situación más extrema que el escenario descrito, y por tanto que los inmuebles lleguen a venderse muy por debajo de esos precios.
A pesar de que los test de estrés tiene otros componentes que influyen en su calidad, entiendo que esta variable tiene una especial importancia si ponderamos el peso que tiene el sector inmobiliario en los balances del sector financiero y que este es uno de los datos más subjetivos en el que se basa el test de estrés. En definitiva entiendo que este dato es especialmente sensible para la calidad de los test y es por lo que creo que si los precios pudiesen bajar mucho de estos porcentajes, difícilmente podrían subir los mercados y sentirse cómodos con estos test.
Será mañana cuando tengamos el veredicto de los que no mienten, y rara vez se equivocan, los mercados.
PD (27-7-10): El gráfico que aporto al principio detalla la evolución del IBEX de ayer lunes, en la que el índice se mantuvo rondando la estabilidad, hasta la apertura de Wall Street que impulsó su subida. En consecuencia parece que el mercado se encuentra dividido respecto de estas expectativas.