Tras la bajada del sueldo a los funcionarios en un 5% vendrá la devaluación salarial del resto de trabajadores del sector privado, ya sea de forma controlada por el Gobierno, o ya sea de forma incontrolada, dejándonos llevar por las circunstancias.
El premio Novel de Economía Paul Krugman argumentó en octubre que: "España realmente no tiene otra alternativa más que lo que se puede llamar una devaluación interna. Tiene que tener una caída en sueldos y precios, una caída relativa en relación a Alemania." Esta misma receta recomendaba hace pocos días el FMI a Grecia, como único camino para salir de la crisis: "no tiene más remedio que optar por una política de deflación, recortes salariales y rebajas en los precios."
A la vista de las circunstancias pienso que esta es la salida más probable que le queda a la economía Española, la deflación de precios y de salarios, especialmente si tenemos en cuenta la reducción del déficit que acaba de anunciar el Gobierno, que provocará una reducción del consumo y fomentará la bajada de precios.
Respecto a la forma en la que el Gobierno podría intentar impulsar la devaluación salarial para que el proceso deflacionista fuese lo menos descontrolado posible, hay que recordar que al no ser posible la devaluación de la moneda, que era la forma en la que antes se bajaban los sueldos cuando el país perdía competitividad, es necesario tomar un conjunto de medidas gubernamentales que tengan el mismo efecto que una devaluación de salarios.
En este sentido ya apunté en el apartado tres de mi anterior artículo que para ello era posible subir el IRPF y bajar las cotizaciones sociales, con lo que el efecto conjunto es similar al de una bajada de sueldos. Una solución parecida es la que ya propuso en marzo de 2009 el Servicio de Estudios del BBVA de subir el IVA y bajar las cotizaciones, que a corto plazo tendría los mismos efectos que una devaluación monetaria.
El destino de los españoles, por tanto, es el de ver reducido nuestro nivel de vida y nuestro salario (en términos de media nacional), pero la intensidad de la reducción y su homogeneidad dependerán de que el Gobierno controle ese proceso.
Se puede ver más claramente con la exposición de tres escenarios:
Primer escenario: Devaluación salarial impulsada por el Gobierno:
Tras la devaluación salarial que podría impulsar el gobierno (bajada de cotizaciones sociales + subida del IVA o del IRPF) se produciría una bajada del consumo y un periodo de deflación que traería determinados peligros derivados de la espiral de bajada de consumo que provocaría. Sin embargo la deflación salarial impulsaría la competitividad nacional y en consecuencia las exportaciones, lo que encaminaría a medio o largo plazo la recuperación de nuestro nivel de vida en mejores condiciones que en los siguientes escenarios.
Segundo escenario: Inmovilismo del Gobierno. El inmovilismo del Gobierno también provocaría devaluación salarial pero más profunda y más duradera. ¿Porqué? Los parados que empiecen a dejar de cobrar el paro tendrán que aceptar contratos laborales con sueldos muy por debajo de los trabajadores ahora contratados, y de los sueldos que antes cobraban, lo que hará que implicaría una reducción del salario nacional medio. Sin embargo esta reducción salarial será un proceso mucho más largo y doloroso que el escenario anterior, ya que la falta de competitividad durante un periodo muy pronunciado provocará que la reducción salarial tenga que ser superior.
Tercer escenario: Inmovilismo del Gobierno en cuanto a devaluación salarial, pero haciendo una reforma laboral profunda respecto de la negociación colectiva. En este caso también se produciría una devaluación salarial, por los mismos motivos del anterior escenario, pero la flexibilización de la negociación colectiva permitiría que los salarios de los trabajadores se redujeran para asimilarse a los de los recién contratados, por lo que las diferencias salariales entre unos y otros serían inferiores.
En conclusión los españoles vamos a ver reducido nuestro salario de una forma o de otra en los próximos años, pero si el Gobierno no controla adecuadamente este proceso, la reducción será más pronunciada y más desigual.
Esta es mi manera de verlo.
Fernando.
PD: Artículo de Wolfgang Münchau interpretando que de nada sirve ya devaluar el euro.
PD Septiembre de 2010: Parece que las empresas se deciden a bajar los salarios, lo que podría ser el principio de la vuelta a la competitividad española. Noticia de Diario El Mundo: "Empresas privadas incumplen el acuerdo de negociación colectiva y se suman al recorte salarial"
PD: Febrero 2011. Un año después de este post angela Merker abre la polémica de los problemas macroeconómicos que conlleva la indiciación de salarios con el IPC. Un analista de prestigio como Javier Bentolila dice en su artículo de 15 de febrero de 2011, dice lo siguiente:
"Para salir de esta crisis la economía española necesita elevar su competitividad. Para ello, la inflación tiene que ser menor que en los demás países y los salarios reales tienen que caer (por duro que resulte), al menos hasta que se alcance una tasa de paro más razonable."
Por ahí podíamos haber empezado.
PD: Un año despues de este artículo la UE propone lo mismo: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/07/economia/1307454118.html
PD: Un año y medio después mi teoría se vé científicamente respaldda: http://www.fedeablogs.net/economia/?p=13726&cpage=1#comment-16094